Las personas han aprovechado el poder del agua desde hace siglos. Los griegos utilizaban ruedas hidráulicas para moler trigo hace más de 2,000 años. En el siglo 18, el agua ayudó a alimentar la Revolución Industrial. Y en 1882, la primera planta hidroeléctrica comercial del mundo empezó a prestar servicio a clientes en Appleton, Wisconsin.

Hoy, los proyectos hidroeléctricos de la cuenca del río Columbia cubren aproximadamente el 55 por ciento de las necesidades de energía de la región.

Agua + gravedad = energía hidroeléctrica

Aunque hay varios tipos de plantas hidroeléctricas, todas producen energía en forma muy similar. Al fluir el agua a través de una central eléctrica, la presión del agua que cae hace girar una turbina grande parecida a la hélice de un barco. La turbina en rotación hace girar un eje que provoca el movimiento rotatorio de una serie de imanes a través de bobinas de cobre, dentro de un generador, para producir electricidad. Desde la central eléctrica, líneas de transmisión llevan la electricidad hasta comunidades, donde los servicios públicos locales la distribuyen a los consumidores.

Limpio, renovable y a precio accesible

Debido a que funcionan gracias al agua, las presas no producen emisiones como los recursos que queman combustibles fósiles, lo cual hace que el sistema de generación eléctrica del Noroeste sea el más limpio de la nación. Si un promedio de sólo 1,000 megavatios de energía hidroeléctrica se sustituyera con una planta de gas natural, emisora de dióxido de carbono, se emitirían por este concepto más de 4 millones de toneladas métricas de CO2 en el Noroeste cada año. En conjunto, las presas federales y no federales del Noroeste producen 12,000 megavatios de energía hidroeléctrica firme, con lo cual se evitan cerca de 50 millones de toneladas métricas de emisiones de carbono cada año.

A diferencia de las plantas que generan electricidad a partir de carbón, petróleo, energía nuclear o gas natural, las plantas hidroeléctricas no consumen el material que las sustenta; el agua impulsa simplemente una turbina al pasar corriente abajo, sin modificarse. Cada gota de agua produce electricidad al fluir a través de las turbinas de cada presa, en su camino hacia el océano.

También es una fuente de energía renovable, lo cual significa que su material de sustento se recarga en forma natural, gracias al ciclo del agua. Y el sustento cae gratuitamente del cielo, por lo que la hidroeléctrica es una de las fuentes de energía menos costosas.

Tipos de presas hidroeléctricas

Las plantas hidroeléctricas se clasifican en dos categorías: de régimen fluyente y de almacenamiento. Las presas de régimen fluyente fueron desarrolladas principalmente para la navegación y para la generación de energía hidroeléctrica. El agua pasa a través de estas estructuras al llegar a cada presa. Las presas de almacenamiento tienen embalses detrás, capaces de contener agua para liberarla según se requiera. Generalmente, los embalses de almacenamiento se desaguan en invierno y a principios de primavera a fin de suministrar energía eléctrica y liberar espacio para contener la copiosa escorrentía primaveral y prevenir inundaciones corriente abajo.

Con más de 60 presas en la cuenca del río Columbia, los operadores trabajan juntos para coordinar el sistema como si fueran un solo propietario, y satisfacen así las necesidades de la región en la forma más eficiente.   

Tipos de presas hidroeléctricas

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Las plantas hidroeléctricas se clasifican en dos categorías: de régimen fluyente y de almacenamiento. Las presas de régimen fluyente fueron desarrolladas principalmente para la navegación y para la generación de energía hidroeléctrica. El agua pasa a través de estas estructuras al llegar a cada presa. Las presas de almacenamiento tienen embalses detrás, capaces de contener agua para liberarla según se requiera. Generalmente, los embalses de almacenamiento se desaguan en invierno y a principios de primavera a fin de suministrar energía eléctrica y liberar espacio para contener la copiosa escorrentía primaveral y prevenir inundaciones corriente abajo.

Con más de 60 presas en la cuenca del río Columbia, los operadores trabajan juntos para coordinar el sistema como si fueran un solo propietario, y satisfacen así las necesidades de la región en la forma más eficiente.