En todo el Noroeste, los estados se están comprometiendo con la electricidad sin emisión de carbono y establecen metas sin precedente en términos de energía limpia. Washington y California han prometido que tendrán energía 100% limpia en 2045, y Oregon se ha comprometido a reducir a cero el uso del carbón para 2040.
Para alcanzar esas metas, los servicios públicos están cerrando sus plantas de carbón. En 2030 – dentro de poco más de 10 años – 18,000 megavatios de energía generada a partir del carbón habrán sido retirados de la red en la Western Interconnection. Eso es equivalente a 18 plantas nucleares de tamaño promedio o a 18 presas de Bonneville.

El retiro de las plantas de carbón reducirá las emisiones de gases con efecto de invernadero, pero creará un nuevo desafío: garantizar que la región siga teniendo un suministro adecuado de recursos de energía y los medios de transmisión para distribuirla. No se trata sólo de recursos limpios, sino de recursos confiables y controlables que puedan satisfacer las demandas de energía a toda hora. 
Satisfacción de la demanda máxima

Tener los recursos adecuados es la base para satisfacer las necesidades energéticas de los consumidores. Es como asegurarse de tener dinero suficiente en su cuenta bancaria. Lo ideal es que tenga suficiente dinero para cubrir sus gastos conocidos y el costo de emergencias imprevistas, como una avería del automóvil o una visita al hospital. También es preciso que pueda tener acceso a su dinero cuando lo necesite.

En forma similar, los servicios públicos deben estar preparados para satisfacer la demanda de energía en todos los escenarios, no sólo en las condiciones promedio. En otras palabras, necesitamos tener capacidad:energía disponible a la que se pueda recurrir según se requiera para satisfacer las necesidades en condiciones extremas. El sistema de transmisión también es fundamental para asegurarse de que la energía se pueda suministrar.
¿Cómo se mide la idoneidad de los recursos?

 

En el Noroeste (Idaho, Montana, Oregon y Washington), la idoneidad de los recursos la determina el Consejo de Energía y Conservación del Noroeste (Northwest Power and Conservation Council). Los analistas toman en cuenta muchos factores: desde las variaciones del caudal y el clima, que determina la demanda de energía, hasta la posibilidad de fallas en la generación o en las líneas de transmisión que pueden impedir la producción o el suministro de la energía. Ellos estudian miles de escenarios posibles. Si el resultado de más del 5% de esos escenarios es una escasez de energía, la región enfrenta un déficit de recursos.
 
El estudio más reciente del Consejo muestra que la demanda de energía ya empieza a crecer más rápidamente que la oferta, y que el Noroeste podría padecer escasez de capacidad en una fecha tan cercana como el año próximo.
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¿Qué pasa si no se cuenta con los recursos adecuados?

 

Sin suficientes recursos energéticos, la región experimentaría episodios de escasez de energía eléctrica. A veces, una escasez de energía puede significar que sigue habiendo electricidad, pero se vuelve más cara, del mismo modo que el costo de otros bienes aumenta cuando la demanda sube y la oferta es limitada. Otras veces, la escasez de energía significa que la red eléctrica colapsa y hay un corte total de electricidad. Este tipo de escasez de energía se denomina apagón.
 
¿Qué se está haciendo ahora para que haya energía eléctrica en el futuro?
 
La región está construyendo nuevos recursos para generar energía renovable, sin emisión de carbono, a saber, energía eólica y solar. Estas centrales eléctricas pueden producir energía si el tiempo es favorable, pero por sí solas no proporcionan la capacidad flexible que la región va a necesitar.
 
Por fortuna, en el Noroeste la hidroelectricidad es abundante. La generación hidroeléctrica no sólo no emite carbono, sino que además suministra una capacidad valiosa, ya que se puede acelerar o desacelerar rápidamente para satisfacer las cambiantes demandas de energía. Esta confiabilidad y flexibilidad hacen de la energía hidroeléctrica el socio perfecto de otras energías renovables, como la eólica y la solar, pues permite que éstas se integren perfectamente a la red.
 
Además, la región se está uniendo a través del Grupo Eléctrico del Noroeste (Northwest Power Pool) para crear un programa regional sobre la idoneidad de los recursos. Este programa se ocupará de la naturaleza segmentada de la red de energía eléctrica de la región, donde muchas entidades son responsables de diversas partes de la red e históricamente han planificado sus recursos en forma individual. Actuando juntos, podremos definir cuánta energía inmediatamente disponible se necesita en la región para atender la demanda futura y buscaremos formas de ser más eficientes con nuestros recursos ya existentes, como la opción de compartir la capacidad para que podamos usar el superávit de una región para remediar el déficit de otra.
 
Al abordar ahora el tema de la idoneidad de los recursos, el Noroeste está en el camino correcto para satisfacer las necesidades energéticas del futuro.